En aquel tiempo para muchas personas el azar, la aleatoriedad, lo fortuito, quedaban perfectamente representados por la circunferencia, más exactamente por la «Rueda de la Diosa Fortuna» que giraba eternamente sobre un mismo eje impulsada por la voluntad de Dios, rueda a la que estaban anclados como peleles los seres humanos, de tal forma que en un giro de la rueda algunos humanos lograban ascender al pináculo del apogeo, la gloria y la riqueza, mientras que otros humanos descendían a las profundidades de la decadencia, la desgracia y la ruina, pero al siguiente giro de la rueda la situación se invertía y quienes estaban abajo podían ascender a la gloria. Los hombres, los reyes, los tiranos, los pueblos y las civilizaciones enteras estaban sometidos a este implacable movimiento de la Rueda de la Fortuna. Existía cierta noción de justicia divina, de equidad y de equilibrio en esta concepción ideal y mística sobre la aleatoriedad, pues al fin de cuentas todos los hombres a su debido momento tendrían la oportunidad de ascender dependiendo de los giros que daba la rueda.Material tomado de este blog (click), si quieren saber más, allí lo encuentran!
Aquí hay más imágenes de la forma en que la rueda era imaginada en la época:
Espero que les haya gustado. ¡Gracias, Laura, por la búsqueda!
Helena
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