La Patrística, a la que le dediqué los primeros minutos de la clase pero que no va como pregunta independiente en ningún parcial ni examen, es necesario conocerla para poder conectar Helenismo con San Agustín para que no queden los temas "desenganchados". Para ello hice un resumen oral de lo que puede leerse en el capítulo de Abbagnano bajo el título de "La educación cristiana primitiva y la patrística". En pocas palabras, el cristianismo primitivo necesitó fundamentación teórica además de los Testamentos, y eso fue a lo que se dedicaron los "Padres" o "Doctores de la Iglesia". San Agustín es uno de ellos, de hecho el más importante.
Después de eso pasamos a hablar de San Agustín, con lectura directa de los fragmentos del Di Magistro que recopilé en el documento diseñado para tal fin.
Los puntos mencionados fueron a grandes rasgos los siguientes:
- Influencia de Platón en San Agustín, notoria en su escritura en forma de diálogo y su innatismo, entre otras cosas
- Ubicación en el Di Magistro de las figuras del maestro y el alumno, la pregunta y la aseveración, y el enseñar y el aprender. ¿Cuál pertenece a quién? ¿Quién pregunta, quién responde, quién aprende, quién enseña, qué es un maestro? Esto tiene mucho en conexión con la tradición socrática.
- Derivación del innatismo platónico en la teoría de la Iluminación de San Agustín (no son lo mismo, porque en San Agustín no traemos ideas innatas, pero sí una "predisposición" a aprender, que tiene lugar cuando el alumno es "iluminado", ayudado por el maestro).
- Surgimiento de la interioridad: posibilidad de que el diálogo se dé con uno mismo para llegar a la iluminación, sin necesidad de pasar por un maestro. ¿Cómo es eso posible? Porque el que da la posibilidad de aprender es Cristo que le da la predisposición al alumno (Cristo es el "verdadero Maestro"), por lo que éste puede llegar al conocimiento tanto con ayuda de un maestro externo, o por medio de un diálogo consigo mismo en el cual conecte igualmente con Cristo.
- Importancia del lenguaje en el aprendizaje: el lenguaje es la vía, tanto con un maestro o con nuestra interioridad. Por eso gran parte del diálogo Di Magistro (o Del Maestro) se refiere a cuestiones gramáticas, que no se trataron en este curso, pero es importante que ustedes comprendan por qué San Agustín le presta tanta atención al lenguaje. En esto es también muy socrático.
- El maestro también aprende, porque el diálogo continúa permitiendo la iluminación de tanto alumno como maestro, siempre, ya que no es el maestro el que tiene el poder de enseñar, sino el que tiene el poder de guiar al alumno hacia "el verdadero maestro" Cristo, y por lo tanto el maestro a través del diálogo también puede acercarse a él.
- ¿Qué es lo que permite la iluminación? El acto de señalar (en español "señalar" y "enseñar" muchas veces se toman como sinónimos...), pero el maestro no puede hacer más que eso, señalar y esperar (de "esperanza") que el alumno sea iluminado a raíz de ese acto del maestro.
- Hay una verdad interior, para San Agustín de raíz religiosa, que es la que permite que el alumno confíe en el maestro, conecte con él y eventualmente aprenda.
- La clave de la educación, entonces está en una disposición innata a aprender, para la cual el maestro sirve de guía y "activador" de dicha disposición. San Agustín llama a esa disposicion "Cristo", pero desde un punto de vista secular podemos igualmente entender la importancia de estas ideas, ya que es cierto que todos pueden aprender pero en qué momento un alumno se apropia de un conocimiento impartido por un maestro es un misterio, al igual que es un misterio las razones para ello. San Agustín da una explicación religiosa de ese misterio. La psicología moderna da otras explicaciones.
- EN SUMA: las palabras claves de este tema serían DIÁLOGO, LENGUAJE, INFLUENCIA PLATÓNICA Y SOCRÁTICA, ILUMINACIÓN, INTERIORIDAD, RELACIÓN MAESTRO-ALUMNO, REMINISCENCIA. Las influencias son muy importantes, porque luego veremos que en la Edad Media más adelante la influencia más importante será Aristóteles, y todo cambia.
El miércoles comenzaremos con Alta Edad Media. En el kiosko encontrarán los repartidos del libro de José Luis Romero que se llaman "Alta Edad Media" y "Baja Edad Media".
Eso es todo por hoy.