No sigas las huellas de los antiguos. Busca lo que ellos buscaron. (Haiku de Matsuo Bashoo)

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Sobre Axel Honneth

Muchas ideas surgieron en la clase pasada sobre Sofistas (si recién te enganchás, buscá más abajo la entrada de la clase del lunes). Pero algo que no quiero dejar pasar específicamente es una discusión sobre el supuestamente "poder democratizador del dinero". Fue muy cuestionada esta afirmación, que si es tomada descontextualizada y anacrónicamente, es provocativa por cierto. Pero lo que yo quería decir es que en un momento histórico en que la diferencia entre los hombres estaba dada por el nacimiento, por la estirpe, el dinero como elemento que puede ser obtenido por cualquiera en cualquier momento de la vida (el dinero no discrimina a sus dueños, puede ganarse la lotería cualquiera, para hablar de algo actual), resultaba ser democratizador porque hacía otro tipo de corte a nivel de las "clases sociales" que ya no quedaban determinadas en el nacimiento, sino que podían determinarse en el correr de una vida que se manifestara habilidosa para los negocios, por ejemplo. 
Hoy, el dinero no representa esto, por eso lo provocativo de la afirmación. Y yo estoy de acuerdo. De hecho, un compañero (Alvin, si mal no recuerdo) planteó que para democratizar realmente ya no se trata ni siquiera de que la gente tenga el mismo dinero, sino incluso que tenga una familia, que no sufra violencia, etc. Y eso me hizo acordar del filósofo contemporáneo Axel Honneth, que debe de tener unos 60 años y trabaja en Alemania, en la Universidad de Frankfurt. Heredero de la escuela de Frankfurt, Axel Honneth se interna en una crítica profunda a la sociedad, y toma como su punto de partida al concepto de reconocimiento de Hegel, pero que hace trascender, dividiéndolo en diferentes esferas.
A mí me gusta mucho la sistematización que realiza Honneth de las relaciones entre las personas, relaciones en las cuales somos reconocidos por otros y a la vez brindamos reconocimiento, porque pone el dedo en la llaga respecto a lo que todos necesitamos para llegar a tener una vida plena, y que no es necesariamente dinero. Dice Honneth, siguiendo la tradición hegeliana, que la identidad se construye sólo en términos de reconocimiento recíproco, es decir, de acuerdo a quiénes nos reconocen como valiosos y quiénes son los que nosotros reconocemos como valiosos a su vez. Lo ideal, por supuesto, es ser reconocidos como personas valiosas por personas que nosotros mismos reconocemos valiosas. De esa manera se generan sujetos felices y socialmente sanos.  Es por eso, dice Honneth, que siempre estamos en una lucha por conseguir ese reconocimiento. El modelo de Honneth de la lucha por el reconocimiento consiste en una diferenciación de tres esferas de reconocimiento recíproco. Estas esferas son a) las relaciones primarias de amor o de amistad, b) las de derecho, es decir el reconocimiento jurídico, y c) la adhesión solidaria expresada por la comunidad. Estas formas de  reconocimiento se corresponden con tres formas que tiene el sujeto de establecer relaciones consigo mismo, y que son la autoconfianza, el autorrespeto y la autoestima respectivamente.
La esfera íntima, o del amor, representa el primer estadio de reconocimiento recíproco y en ella entra el trato y la aceptación que alguien recibe de su familia y sus relaciones más cercanas, y la relación con el propio cuerpo.
El reconocimiento jurídico establece el tratamiento igualitario a través de las leyes. Parece ser una esfera impersonal, pero me atrevo a decir que no hay peor exclusión que la que ni siquiera está contemplada por la ley.
La tercera esfera del reconocimiento se manifiesta en que todo sujeto tenga la oportunidad de sentirse en sus acciones y capacidades como valioso y respetado por la sociedad.
La contraparte de estas formas de reconocimiento, sostiene Honneth, son las formas de menosprecio o de negación del reconocimiento.
La confianza aprendida en el amor es violentada, por ejemplo, a través de la lesión física que se manifiesta en forma paradigmática en la violencia o en la tortura, y no radica en el dolor físico, sino en el sentimiento de estar indefenso frente a la voluntad de otro sujeto. También el abandono por parte de los seres más cercanos representa una instancia de este tipo de menosprecio.
La segunda forma de menosprecio consiste en la exclusión de un sujeto de ciertas pretensiones individuales que la ley le niega, como por ejemplo el contraer matrimonio civil con quien desee, o el voto de la mujer, para ir más atrás en el tiempo. La experiencia de la exclusión jurídica va unida a una pérdida de autorrespeto en tanto se ve socavada su capacidad de autopercibirse como un sujeto igual a los demás ante la ley.
La última forma de menosprecio se refiere al valor social del grupo al que se pertenece, a través de la desvalorización de modos de vida individuales y colectivos. La degradación de determinado modelo de autorrealización tiene como consecuencia que quienes se encuentran afectados no puedan referir a su modo de vida con orgullo. 
El aporte que realiza Honneth es invaluable para quienes desde los Estados pretendan llegar a fundamentos más sólidos para alcanzar la igualdad. Honneth deja en evidencia que una distribución de recursos económicos, si bien es esencial, no sería para nada suficiente para lograr la igualdad. Para llegar a un estado ideal de igualdad, debería asegurarse en todos los ciudadanos el reconocimiento en las tres esferas de reconocimiento recíproco. ¿Pero cómo se hace? La esfera del derecho es fácil: por medio de leyes. Pero la del amor y la tercera, la del éxito, se lograrían a través de la educación. Una educación emocional para padres y parejas... una educación en la tolerancia de diferentes formas de vida, para que todos tengan la chance de ser respetados en lo que se destacan... 
Esto buscó responder a la observación de Alvin, pero a la vez nos llama la atención hacia lo impresionantemente importante de nuestra carrera!!! (Por si alguien tenía crisis vocacional...)
Saludos.

martes, 6 de septiembre de 2011

Hoy miércoles 7/9 HAY PARO

Por si quedaban dudas... ni siquiera va a haber funcionarios en la Facultad...
Así que nos vemos el lunes. (O el viernes, a quienes vienen al horario alternativo. Este viernes se repite la clase de sofistas).
Enténse atentos porque en estos días tengo ganas de publicar algo sobre Axel Honneth, el filósofo del que hablamos en clase sobre el reconocimiento recíproco.
Saludos a todos.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Clase del lunes 5/9/2011

Sofistas

Un tema por demás interesante! Pero tienen que ir a la plataforma EVA para ver el resumen de los puntos más importantes...
Una de las cosas que se destacaron fue la vigencia de los sofistas en especial en las artes de la argumentación, y yo recordé un libro que leí en mi adolescencia llamado "Cómo ganar amigos..." que a la luz de las discusiones sobre sofistas me parece claramente un curso de sofística escrito en el siglo XX!! La casualidad hizo que el compañero Javier no sólo también hubiera leído el libro, sino que lo tuviera en versión electrónica, que muy gentilmente compartió conmigo y yo subí a la plataforma. ¡Mírenlo y disfrútenlo! Es solamente por diversión, evidentemente... Véanlo en el EVA.

Por otra parte, comparto con ustedes esta grabación de una charla muy clara e interesante sobre sofistas... Está en youtube pero no tiene imagen, es sólo grabación. Es de esta charla de donde sale la anécdota que hoy conté sobre el discípulo que no quería pagarle a su maestro sofista... Escúchenlo aquí:
Charla de docente sobre sofistas

Para terminar, aparentemente el miércoles hay paro de toda la enseñanza. Nosotros también paramos, por ahora es la información que se tiene. Si quedan dudas, el miércoles entren a primera hora de la tarde a este sitio y corroboren, que aquí voy a publicar si definitivamente no hay clase o sí...

Mañana subiré el material sobre Sócrates al EVA. Por hoy, estoy muy cansada. ¡Buenas noches!