No sigas las huellas de los antiguos. Busca lo que ellos buscaron. (Haiku de Matsuo Bashoo)

jueves, 8 de agosto de 2013

Clase del 7/8/13

Helena de Troya
Hoy tuvimos una comunidad de indagación muy rica, como era de esperarse. Como habrán visto quienes estuvieron presentes, todo lo que surge de una comunidad de indagación  no tiene comparación con nada y es irrepetible: no hay libro ni resumen ni apuntes que puedan transmitirlo. La comunidad de indagación es para experimentarla, y en cada oportunidad salimos hechos personas nuevas.
No hay apuntes que sacar, porque en realidad cuando nos vamos la cabeza está llena de preguntas, en lugar de respuestas. Pero estas preguntas son lo que nos hace más ricos.
Agradezco además a quienes se quedaron después de clase y me hicieron pensar en temas que surgieron de las discusiones.
Durante la clase se habló, por ejemplo, de la misoginia griega, y cómo la mujer era considerada simplemente un objeto que permitía la procreación. Sin embargo, después de clase se acercaron unos compañeros a cuestionar si esto era tan así, en base a otras lecturas que habían hecho. Y me dieron la chance de revisar alguna bibliografía y plantear, si bien no una respuesta definitiva, sí una apertura a un cuestionamiento más amplio. Lo que hice fue revisar capítulos del libro Paideia, de Jaeger, que será lo que empecemos a tratar en la clase del lunes. La Paideia es la obra más completa que se ha escrito hasta ahora sobre la educación en Grecia. Y allí Jaeger muestra dos extremos en relación a la consideración de las mujeres: una veneración a la mujer en la cultura caballeresca homérica, pero un desprecio a la mujer en la cultura campesina pintada por el otro gran poeta educador de Grecia: Hesíodo.
Transcribo aquí algunos fragmentos de la Paideia para que lo vean:

Sobre las epopeyas homéricas:


La areté propia de la mujer es la hermosura. Esto resulta tan evidente como la valoración del hombre por sus excelencias corporales y espirituales. El culto de la belleza femenina corresponde al tipo de cultura cortesana de todas las edades caballerescas. Pero la mujer no aparece sólo como objeto de la solicitud erótica del hombre, como Helena o Penélope, sino también en su constante posición social y jurídica de señora de la casa. Sus virtudes, en este respecto, son el sentido de la modestia y la destreza en el gobierno de la casa. Penélope es muy alabada por su estricta moralidad y sus cualidades caseras. Aun la pura belleza de Helena, que ha traído ya tantas desventuras sobre Troya, basta para que los ancianos de Troya, ante su sola presencia, se desarmen y atribuyan a los dioses todas sus culpas. En la Odisea aparece Helena, vuelta entretanto a Esparta con su primer marido, como el prototipo de gran dama, modelo de distinguida elegancia y de formas sociales y representación soberanas. Lleva la dirección en el trato con el huésped que empieza con la graciosa referencia a su sorprendente parecido familiar aun antes de que el joven Telemaco le haya sido presentado. Esto revela su superior maestría en el arte. La rueca, sin la cual no es posible concebir a la mujer casera, y que sus sirvientas colocan ante ella cuando entra y toma asiento en la sala de los hombres, es de plata y el huso de oro. Ambos son sólo atributos decorativos de la gran dama.
La posición social de la mujer no ha tenido nunca después, entre los griegos, un lugar tan alto como en el periodo de la caballería homérica. Areté, la esposa del príncipe reacio Alcínoo, es honrada por la gente como una divinidad. Basta su presencia para acabar sus disputas, y determina las decisiones de su marido mediante su intercesión o su consejo. Cuando Odiseo quiere conseguir la ayuda de los feacios para su retorno a Itaca, por consejo de Nausica, no se dirige primeramente a su padre, el rey, sino que se abraza suplicante a las rodillas de la reina, pues su benevolencia es decisiva para la obtención de su súplica. Penélope, desamparada y desvalida, se mueve entre el tropel de los imprudentes pretendientes con una seguridad que revela su convicción de que será tratada con el respeto debido a su persona y a su condición de mujer. La cortesía con que tratan los señores a las mujeres de su condición es producto de una cultura antigua y de una alta educación social. La mujer es atendida y honrada no sólo como un ser útil, como ocurre en el estadio campesino que nos describe Hesíodo, no sólo como madre de los hijos legítimos, como entre la burguesía griega de los tiempos posteriores, sino, sobre todo y principalmente, porque en una estirpe orgullosa de caballeros la mujer puede ser la madre de una generación ilustre. Es la mantenedora y custodia de las más altas costumbres y tradiciones. Esta su dignidad espiritual influye también en la conducta erótica del hombre. En el primer canto de la Odisea, que representa en todo un pensamiento moral más finamente desarrollado que las partes más viejas de la epopeya, hallamos un rasgo de la relación intersexual digno de ser observado. Cuando Euriclea, la vieja sirvienta de confianza de la casa, ilumina con la antorcha al joven Telémaco en su paso hacia el dormitorio, cuenta el poeta brevemente y en tono épico la historia de su vida. El viejo Laertes la adquirió por un precio excepcionalmente alto cuando era una muchacha joven y bella. La tuvo en su casa durante toda su vida y la honró como a su noble esposa, pero en atención a la suya propia no compartió nunca con ella el lecho.
[…]
La más alta ternura e íntimo refinamiento de los sentimientos de un hombre que el destino pone ante una mujer, se manifiesta en el maravilloso diálogo de Odiseo y Nausica, del hombre lleno de experiencia con la muchacha joven e ingenua. Aquí se describe la cultura interior por su valor propio, así como en la cuidadosa descripción que hace el poeta de los jardines reales o de la arquitectura de la casa de Alcinoo o en la complacencia con que se detiene en el raro y melancólico paisaje de la apartada isla de la ninfa Calipso. Esta íntima y profunda civilización es producto del influjo educador de la mujer en una sociedad rudamente masculina, violenta y guerrera. En la más alta, íntima y personal relación del héroe con su diosa Palas Atenea que le guía en sus caminos y nunca le abandona, halla su más hermosa expresión el poder espiritual de inspiración y guía de la mujer.

Y sobre Hesíodo:


Al lado de Homero colocaban los griegos, como su segundo poeta, al beocio Hesíodo. En él se revela una esfera social completamente distinta del mundo de los nobles y su cultura. Especialmente el último de los poemas conservados de Hesíodo y el más arraigado a la tierra, los Erga, ofrece la pintura más vivaz de la vida campesina de la metrópoli al final del siglo VIII y completa, de un modo esencial, la representación de la vida más primitiva del pueblo griego adquirida en el jónico Homero. Homero destaca, con la mayor claridad, el hecho de que toda educación tiene su punto de partida en la formación de un tipo humano noble que surge del cultivo de las cualidades propias de los señores y de los héroes. En Hesíodo se revela la segunda fuente de la cultura: el valor del trabajo.
[…] el mito de Pandora expresa la triste y vulgar creencia, ajena al pensamiento caballeresco, de la mujer como origen de todos los males. No creo que erremos al afirmar que no fue Hesíodo el primero en popularizar estas historias entre los campesinos.
[…]
Pero la burla contra las mujeres y contra el sexo femenino es uno de los motivos más antiguos de la sátira popular en las reuniones públicas. [Tienen lugar] ambos elementos, el denuesto personal y la sátira contra un grupo entero, como las holgazanas e inútiles mujeres.


Vemos aquí, entonces, las dos cosas a la vez: misoginia y veneración a la mujer simultáneamente, ambos transmitidos por medio de la poesía, en una misma época en diferentes ámbitos sociales. Esto nos deja más llenos de interrogantes que respuestas, pero díganme si no valió la pena...

Les deseo un buen fin de semana y nos vemos el lunes.
Helena


lunes, 5 de agosto de 2013

Primera clase de 2013

¡Hola! Saludo nuevamente a quienes están aquí curioseando después de haber venido a clase y a quienes llegaron aquí por la plataforma EVA sin haber ido a clase; si llegaron después de 19 y 30hs y no encontraron a nadie, les pido disculpas!!! Siempre vamos a estar en clase hasta las 20 y30 por lo menos, a veces hasta las 21 hs en punto, dependiendo del tema que estemos dando. Pero hoy fue una presentación de los elementos que se encuentran en la plataforma EVA y este blog, entre los cuales se encuentra la forma de evaluación y los temas a tratar. No hubo más preguntas por parte de los participantes, y entonces dimos por terminado el encuentro de hoy.

Les conté entre otras cosas que las clases funcionarán siguiendo la metodología de la "comunidad de indagación". He aquí una introducción a ésta:



La comunidad de indagación es una metodología educativa sugerida por primera vez por Charles Peirce en el siglo XIX para explicar el progreso de la ciencia. Sostenía que ésta progresa por medio del contacto entre los diferentes científicos que, aportando sus conocimientos parciales, llegan en conjunto a un conocimiento más acabado sobre el que seguir construyendo. En un sentido amplio, la comunidad de indagación se constituye por un grupo de individuos que se involucran en un proceso de exploración para resolver situaciones problemáticas de diversa índole, poniendo acento en el carácter social del conocimiento.
Esta idea fue más tarde tomada por John Dewey para entender ciertas características de la educación, y finalmente Matthew Lipman en la década de 1960 diseñó alrededor de ella un programa de aplicación al aula con su conocido programa de Filosofía para niños. El aprendizaje parte de una narración, para luego centrarse en las experiencias e intereses que en los participantes ha convocado la lectura. En esta tarea, el facilitador no se comporta como “docente” en una posición de autoridad; su función es la de aportar elementos que apoyen esa búsqueda con sensibilidad y cuidado. La metodología se inspira en el diálogo socrático, enriquecido principalmente por la moderna psicología cognitiva (Vygotsky, Bruner, Ausubel), y por los planteamientos de la educación activa y el aprendizaje significativo (Dewey, Freire, Kemmis, Carr).
Llega a ser progresivamente exitosa por medio del desarrollo gradual de la escucha entre los miembros del grupo, que intercambiando puntos de vista van descubriendo juntos una nueva perspectiva de determinados asuntos que les conciernen. La metodología puede ser utilizada para discutir y aprender temáticas diversas, desde cuestiones científicas hasta de orden cotidiano. 
Por eso, si bien por medio de estas facilidades tecnológicas no es crucial venir a clase para poder seguir el curso, yo los invito a que asistan y participen, porque sólo si hay participantes podemos hacer la comunidad de indagación y entonces enriquecer el curso más allá de lo que yo misma imagino hoy día. Los temas a tratar en una comunidad de indagación son insospechados, porque surgen de todos y cada uno de ustedes. Ya se estarán preguntando cómo será... ya veremos entre todos...

Si quieren comunicarse por medio de este blog y no  están seguros sobre cómo publicar comentarios, hagan click aquí, y sigan las instrucciones. ¡Espero muchas señales de que están ahí siguiendo el curso!

Los espero el miércoles con los artículos de Cucuzza y Santoni indicados en la plataforma EVA.
Saludos y buen comienzo del semestre.
Helena

Bienvenidos al curso 2013


Este año, el curso se dictará los lunes y miércoles de 18 a 21hs, comenzando este lunes 5 de agosto.
Los espero.
Este blog servirá para los aspectos menos académicos y más anecdóticos del curso, donde compartiremos noticias, materiales de apoyo e intercambios filosóficos "de boliche" que hayan surgido en la clase. Para que nadie se pierda de la relación que vamos construyendo dentro del grupo, y que estén al tanto de nuestras discusiones. El complemento ideal y menos serio de la plataforma EVA.
¡Ojalá lo disfruten!
Nos estamos viendo.
Helena